martes, 16 de mayo de 2017

me embarga la emoción

Ha poco que la Cospedal decía que porque algunos de los suyos eran unos chorizos, no tenían por qué pagarlo todos. Y lo dice quien ha  estado pringada en el tema de la limpieza en mi ciudad: Toledo.
Hace falta ser nefasta, chanchullera, marrullera y del Pp. Yo pregunto: ¿hay alguno que se salve de estar metido en alguna estafa estatal? Están todos pringados. Cuarenta años viviendo opíparamente del sudor del de enfrente. Así ya se puede ser político. Es patente y notorio que los chorizos no están en la cárcel, sino metidos en los partidos políticos. La democracia es un cuento chino, creada para dar una apariencia y hacer lo contrario. Y lo palmario es que fueran los reyes quienes debiendo dar ejemplo de honradez, mostraran la cara amarga de la realidad. Ni uno solo se salva de llevar la pegatina de chorizo. Y que digamos eso del presidente del gobierno y no le hayamos defenestrado... dice mucho de la carencia mental en la que estamos sumidos los españoles. Todos conocemos la realidad de los hechos y nos preguntamos qué podemos hacer nosotros. Cojones primos: denunciar. Denunciarles por cobardes, por chorizos, por traidores a los votantes. Denunciarles por abuso de poder; denunciarles por avaros, por siniestros, por maricas  y pedófilos. Por impartir la justicia indebida; por saltarse la Ley que les obliga como funcionarios y conocedores de ella (Ley) y que sean debidamente sancionados de empleo y sueldo para los restos de sus días. ¡Donde las dan, las toman! Y que tomen ejemplo aquellos meapilas de los funcionarios de que estamos hasta las trancas de que se crean superiores a los ciudadanos. Que se crean pertenecer a una casta superior, porque algún días uno de la inferior les puede colorear la cara.

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