La Iglesia católica admite más de 600 casos de pederastia en Australia
Decía que no iba a ser yo quien se metiera con la Iglesia, por aquello de que con ella hemos topado, pero sí me punto a destronar a quienes sin pudor y faltos de ética y moral destrozan la vida de seres desde su infancia. Lo macabro del asunto es, que los padres les envían y dejan en manos de estos desaprensivos monstruos a sus hijos, en la confianza de santos barones. No podemos ser tan confiados de quienes, dicen, se cargaron a su Señor.
Si hay que preguntarse quién de los obispos, cardenales, etc., es el responsable de elegir a los sacerdotes, porque sin duda está eligiendo a toda una ralea de demonios para la Iglesia de Pedro. No estoy muy seguro, pero si Pedro levantara la cabeza la piedra encomendada la enviaría a freír espárragos.
Todos los poderes estatales y religiosos están podridos y desgastados en el tiempo. El demonio de la ambición y vicio ha entrado por las rendijas y cerraduras de todos los poderosos Sabios y también por las ranuras de las cremalleras del pantalón.
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