miércoles, 3 de octubre de 2012

no hace falta que nos digan

que el gobierno se gasta la pasta para que no esté almacenada en la saca. Por ello se gasta la friolera de 3,2 millones de euros en el envío de cartas a los pensionistas. Y digo yo: a los pensionistas para qué les envían cartas si luego no las leen, lo que hayan de decirles lo hagan a través o entre los pases de una película o programa del corazón. Ahí sí que se enterarán y evitarán, al mismo tiempo, que a alguno le de un patatús al recibir la misiva. Tal vez sea eso lo que pretende el gobierno: que los dineros no críen telarañas y que a los viejos les de un ataque al marca pasos. De esa forma se le acabaría uno de sus "mayores" problemas. Si hay alguno que no ha recibido la carta era para informarles de que en 2012 se les revalorizaba sus prestaciones y cómo les afectará la elevación del IRPF. ¡Ojala hubiera invertido esos millones en subirles, a cantidades honestas, las pensiones de mierda que cobran algunos de ellos!

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