de los 400 euros

 que prometía Sánchez a los chavales (ninis) que no hacen una mierda por la sociedad... si no es para botellones, destrozo de mobiliario urbano, y defecar en la calle porque eso es muy chip, para los amigos... aparece Yolandita a donar, por el morro y en vísperas de elecciones generales..., 20.000 euracos para que los chavales les entre ganas de buscar trabajo. Es decir... si con 400 euros no eran capaces de hacer ganas para escribir los curriculum vitae para mandar a las empresas... ahora cómo comprenden que se van molestar en levantarse de la cama pudiendo entregar 20.000 euracos a los papás sin despeinarse... Es que, de verdad, solo se les ocurre a los socialcomunistos estos detallitos de nada. Un detallito que nos puede costar en impuestos al rededor de 8.000 millones para que los niños puedan votar al psoe de Yolanda. Que mal lo deben estar pasando, de cabeza hacia adentro, para intentar engañar a <<quienes no se dejan  engañan por nadie.>> Lo realmente lamentable es: que tengan que recurrir al engaño para que la gente les vote. Tienen que recurrir al lloro para que la gente se acuerden de [ellos]. Tienen que llamarse Yolanda para hacer, del ridículo, la enseña, de su partido Sumar. Es como si no vivieran en este plano..., como si estuvieran navegando por un mundo paralelo y nada fuera con ellos. Impetuosos, mordaces, ególatras y mal paridos... eso es la estampa que tenemos los españoles de aquellos que nos engañan desde el principio hasta el final. Cinco años, y sin una nota de empatía ni con los propios. Es tan asqueroso que me cuesta pensar que podemos llegar a tener otros cuatro años con los mismos mostrencos de ahora. Demos paso a una sangre nueva... Renovemos los votos para alguien que pueda demostrar otra forma de gobierno que no tenga que ver con los asesinos, los golpistas, los golfistas y la madre que les parió.

Yoli, Yolanda, búscate otro modo de vida y lánzate a él como agua de mayo. 

Deja a los demás que nos vagamos por nosotros mismos... y no engordemos a los vagos y maleantes que han venido a España a engrosar el déficit nacional.

Digamos, basta, a los que vienen de fuera con ánimo de llevárselo crudo y, encima, reirse de los españoles por darles de comer gratis. Y una paguita para mandar a la mamá y la prole que ha quedado en su país.

Va, carajo, echémosles porque no saben agradecer lo que se les hace fuera de su lugar de origen.