por culpa de Internet

Sí, -digo bien-: "por culpa de Internet". Porque es lo primero que uno abre por la mañana y cierra por la noche. Y cuando te levantas pegado a las sábanas por culpa del calor, la boca pastosa de la tranca de la noche y que se te ha olvidado el Padre Nuestro... la cosa no va bien; y, encima, te topas con la noticia de que todos los independentistas están forrados de patrimonio. Esas caritas de tontos del haba son una fachada a la galería. Estos mamones quieren una independencia para vivir opíparamente dentro de su territorio mamón. Han estado robando a las arcas catalanas todo el patrimonio y ahora quieren robar su nidito de amor a España. ¡Todo para la bolchaca! Y en ese nidito de amor estarían los Pujol como peces en el agua o marranos en charca. Y el resto de tontitos de los españoles, a pagar tributos al Cesar. Cuando nos vamos dar cuenta que debemos salir a la calle a pedir al gobierno, -el que sea-, el encarcelamiento, restitución de lo sustraído, y la separación de la política de por vida. Es más, trabajos para la comunidad: cuidado de ancianos/as, barrido de la ciudad, limpieza de calles y paredes, prevención de incendios etc., y no por su formación política o aforados... sino como trabajadores normales en sus horarios normales. Esto es lo que deberíamos pedir los ciudadanos, en vez de vernos sometidos a las leyes intransigentes de unos gobiernos manchados de raterismo, fraude, y sexuales: caso Bar España, y los 500 niños del coro de Ratisbona, Irlanda, etc... ¡Qué vergüenza!

Lo dije, lo digo y lo diré: Nuestros derechos pisoteados, nuestros hijos violados, nuestras hijas prostituidas en un mundo globalizado y sin protección. Este es el estado del Estado de chulos, maricas y funcionarios progres. Hay que matar a algunos para escarmiento de otros.

EFE El nuevo conseller de Presidencia y portavoz del Govern, Jordi Turull, junto a Puigdemont en una imagen de archivo. (Efe)
El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha rodeado de un equipo fiel a dos meses y medio para el referéndum del 1 de octubre. En las nuevas incorporaciones destaca el presidente de Junts Pel Sí Jordi Turull, uno de hombres fuertes del nuevo Govern. Como diputado del Parlament, en 2015 tuvo que publicar como el resto de diputados su declaración de bienes. Y está entre los que tienen mejor situación económica.

En ella, Turulll declara una vivienda que adquirió en 1993 por 49.677 euros de la que es propietario al 100%. Tiene 69.104,18 euros en cuentas corrientes y 42.966,74 en planes de pensiones. Posee, además un Toyota Land Cruiser de ocho años de antigüedad.

Sin embargo, hay otros diputados con bienes más jugosos, entre ellos el cantautor Lluís Llach, que declaró siete viviendas, locales o fincas rústicas por un valor total de 569.375,62 euros, 136.000 euros en cuentas y depósitos, participaciones en sociedades por valor de 594.744,5 euros, 8,52 millones de euros en otros valores mobiliarios, además de un velero Nordwind y 180.000 euros de deuda. Sin embargo, poco después corrigió la declaración por un error: no tenía casi 10 millones de euros en bienes sino 1,5. También Oriol Junqueras tiene un patrimonio considerable: 50% de una vivienda de 199.840,89 euros, otra heredada de un valor de 60.000, 19.626 euros en cuentas y depósitos y un plan de pensiones de más de 111.000 euros. Además declaró dos vehículos: un Clio y un Grand Scenic.

Otro de los que entran en el Govern portavoz y concejal municipal Demòcrata en el Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn. En su declaración de bienes de junio de 2015 aparece que es propietario al 50% de una vivienda que adquirió en el año 2000 sobre la que pesa una hipoteca. No se especifica de qué importe. Además tiene casi 30.000 euros en La Caixa y el BBVA y dos planes de pensiones de más de 32.000 euros.

También especifica cuál ha sido hasta la fecha su sueldo como cargo público: 32.616 euros brutos al año como concejal y portavoz en el Ayuntamiento de Barcelona y 89.144,58 como presidente del Grupo CiU en la Diputación de Barcelona.

Estos son los pobrecitos que defiende Mariano Rajoy. A estos les ha estado llenando la bolsa los gobiernos de hace 40 años. Es hora de que devuelvan lo robado y sean encarcelados.