a los conspiradores de la Última Cena. A la vez que están conspirando contra el Mesías, Rajoy, le miran con admiración y hasta le tocan palmas, como si en tablao flamenco se encontraran. (Creo que son tardíos en el acompañamiento de Camarón, que lleva muerto 25 estadios.) Sin embargo, no tienen ningún sonrojo en seguir palmeando después de estar el chiringuito cerrado, y los chinos en la Conchinchina. De verdad que no cabe más tonto por metro cuadrado a excepción de que alguno tuviera o tuviese el interés de adelgazar para hacer más cúbico el espacio. Entonces sí... podríamos decir que cabe un tonto más en esa cuadratura que, sin duda, sería Mariano. O Aznar, o Felipe ,o el rey del pollo frito venezolano Zapatero. Ellos no se sonrojan, pero los españoles estamos avergonzados de tan ineptos dirigentes políticos. Y, sin embargo, seguimos sonriendo porque a los turistas no les interesa nuestros asuntos caseros. Y, ahí estamos, con nuestras sonrisas Profiden y un ataque de nervios de los de infarto. Al menos, parece, que los cuerpos de seguridad del estado, han dado un respiro a la judicatura y, de momento, han parado los detenidos por corrupción política. Que, creo, atesora, las estanterías y mesas de sus señorías. Feliz verano chorizos.
jueves, 6 de julio de 2017
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