que lo son, de la pobreza que hoy dirige nuestro país. ¿Para qué tener un Rey, y su casta parasitaria, si no se esfuerza en que el gobierno asuma sus funciones? Pero inmediatamente me viene a la mente lo alegórico del caso: cómo va mandar nada, si él mismo es un chorizo. Entre todos la mataron y ella sola se murió. Y así está pasando a España, cuyos esfuerzos de la población se equiparan, ya, a los de Grecia. Multitud de personas se distribuyen por los contenedores de las poblaciones; y ya también por los pueblos, buscando algo que llevarse a la boca. Y aquí tenemos a las romerías de santos santones, que de 20 millones de pobres se convierten en 300 nuevos ricos.
La población está desmarcándose de sus dirigentes y determinaremos que ninguno de ellos nos mangunee o se haga la foto como en Madrid por el terrorismo, en Oviedo con el premio, o con los mineros muertos, cuyos familiares, amigos y el pueblo, en general, no ha permitido que las autoridades estén presentes. Es hora de echar huevos a la morralla colorista y que desde las Alpujarras, hasta los Pirineos, los políticos hagan lo que el pueblo les mande.Y el que no, que haga las maletas y se dirija a destino.
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