más tontos alienados

Es evidente. Todos los europeos, los asiáticos, los americanos y amerindios, no teníamos como dios a Dios, ni a su hijo Jesús como hermano. Desde la salida de los israelitas de Egipto comandados por Moisés y elegidos por ese dios obnubilado en llevarles a un lugar que no sabía muy bien dónde era, pero que era necesario sacarlos de la exclavitud de los faraones: -la cultura más elevada transmitida en aquellos tiempos-, para someterles, andando, durante cuarenta años por unos pastizales secos, y eso cuando los había; con la mortandad más elevada por los parásitos, mosquitos y serpientes; y una cantidad innecesaria de efectos especiales: que ríete de los efectuados en los estudios de Hollywsood. Y su bajada dichosa de aquella montaña sagrada con los Mandamientos escritos a cincel...; nos han abducido los judíos con la distribución de esos cuentos de las Mil y Una Noches. Y estos días en Valencia, España, hemos tenido congregados a 30.000 almas por aquello de que estamos en el año de la Misericordia, porque se le ha ocurrido al santo más santo de todos los santos habidos y por haber en el planeta que es, como no, Franc, mi amigo, y el amigo de Pablo Iglesias, y del ministro de Hacienda, que este año pasado (en 4 días), le ha concedido 127 millones de euros para pagar las pelis porno para sus muchachos del lobby gay. Montoro se ha sentido generoso y deslumbrado de tanto blanco (de castidad) emitido por el faldón que, por 6.000 euros, luce su Santidad. En fin, no voy a seguir hablando de la tontez introducida en las débiles mentes de estos pobres emigrantes, -como les ha llamado Franc, por su similitud con la salida de los judíos de Egipto. Este sínodo se transmite con la misión de que todos somos iguales, no importe la santidad, la latitud, la miseria, o tanta tontería emitida por los santos curas judíos de Dios que rigen las iglesias de toda la familia católica. En la Catedral de Valencia el oficiante católico se persignó ante la parroquia como lo haría un ortodoxo. Es evidente, ante las pruebas de estos días, que la Iglesia vaticana, anda haciendo cónclave con todas las religiones del mundo para quesarse como la única y verdadera, elegida por Dios. Los tiempos han llegado -transmite Moisés por boca de Franc, de Mas, Rajoy-: para que todos los judíos estemos juntos, alabando la jubilación de Al-lá. A partir de ahora, todos pasamos a ser el gran pueblo elegido. El año definido de Misericordia, nos hace católicos, apostólicos, romanos y judíos. ¿Qué será lo próximo que nos espera de estos energúmenos de las religiones?