Se sigue convocando, vía Internet, a invocaciones universales. De normal las invocaciones han sido recibidas a través de médium poco fiables, y ni siquiera los fiables lo son al ciento por ciento.
La buena voluntad, sin inteligencia, es tan nefasta como el amor cargado de voluntad. Cuando a las personas normales, dícese de aquellos que no han conseguido un nivel de autorrealización en las tres energías que nos componen (Inteligencia, amor y voluntad), se nos convoca a repetir mantrams, potenciamos las energías que más nos define en el estado actual. Es decir, la potenciación de las energías a nivel individual, con carencia de las otras dos, deviene en el individuo a un estado próximo de efecto negativo. Por tanto nos debemos preguntar, en primer lugar, si mi estado interno actual o próximo al evento está nivelado en las tres energías. Si no es así, en la invocación o meditación se producirá energía negativa; efecto contrario al deseo, que ya de por sí, desear, es negativo.
En segundo lugar debemos saber que muy poca gente ha conseguido un estado profundo de nivelación en las energías. Por ello, la mayor parte de los individuos convocantes se podrían definir como magos negros. Porque no dejan de ser individuos normales con ansias de poder o demostrar algo superior al resto de los mortales. Son oficiantes abocados a la magia negra, por no poder alcanzar la iluminación interior que demanda un mínimo de voluntad. Cuando el individuo adquiere un grado elevado de autorrealización, en ese grado no invoca a entidad alguna, porque él mismo es la entidad.
No se deben hacer invocaciones sin ton ni son. Si queremos hacer algo positivo, nuestra voluntad debe ir enfocada hacia el interior individual y no al exterior.
viernes, 9 de julio de 2010
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