Quién a mi puerta llama;
trémulo el cuerpo queda
al sonar de la campana.
¿Quién es? –pregunto;
asustado y seca garganta.
Soy Yo, Tú.
Cómo, posible es,
presente en la estancia
a la puerta llame.
¡Bromas aparte!
¿Quién va y en umbral
se halla?
Fuera el liberado,
El cuerpo en la cárcava
sábado, 18 de julio de 2009
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