miércoles, 29 de julio de 2009

¡lo real queda cuando lo irreal no afecta!

Constantemente divagamos entre unos términos o calificativos (realidad-irrealidad;bueno-malo)que nos tienen agarrados el Ser. Todo ésto sucede cuando, yo o tú, tenemos una idea de lo que puede ser la realidad, porque no nos satisface lo que estoy viviendo, y lo llamo irreal. La vida toda ella es realidad. Tal es así que si no existiera no nos notaríamos, viviríamos en un Limbo con conocimiento de presencia pero sin auténtica realidad. Es decir, nuestro compromiso es la satisfacción de vivirnos plenamente dentro de los parámetros internos. Y solamente debemos tener la idea de un Yo Superior como meta a alcanzar y no como obstáculo a vivir. Si tenemos la mente puesta en la meta el objetivo es bueno porque te lo indica tu mismo interior, pero no podemos olvidar que para ello es necesario ser conscientes del camino a andar. Sin la atención en el camino la meta se nos hará dura. Yo creo que el ser y estar no es tan complicado, sólo lo es cuando le ponemos florituras. ¡El ser será Ser cuando trascienda lo humano y lo divino!

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