Lo único que refleja la realidad de un atentado con muertos es la cara de los difuntos. Me avergüenza que los dirigentes políticos salgan reivindicando y demostrando dolor cuando no es verdad. Sólo son marionetas de sus íntimas ideas políticas. El mismo terrorismo tiene dos caras: los terroristas y los políticos. La política tiene dos caras: los políticos y el terrorismo. Ambos, dos, se alimentan de la sangre derramada de las víctimas. Que se utilice la sangre, a escala mundial, para conseguir fines diabólicos contra la humanidad, define claramente qué clase de dirigentes tenemos.
jueves, 30 de julio de 2009
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