Es impresionante con qué facilidad cambian los conceptos en la psoe. El presi tuvo un lapsus de cinco días que, con la terapia de la MK-Ultra, se rehízo del hartazgo y pesada responsabilidad que iba teniendo en la Moncloa un día sí y, el otro, también.
Rehecho de la terápia MK le ha tocado el turno a Ábalos, aquél hombre sin rumbo, y sin amigos, que parecía a punto del suicidio, cuando se desparramaba en lágrimas de abandono. Él con tantos años en la política y haberle tratado sus compañeros como si fuera una mierda, después de haber cumplido con las obligaciones de su cargo a la vez que recibía a Delcy R. en nuestro amado aeropuerto de Madrid.
Un Ábalos que nos dijo de haber 40 maletas portadas por Delcy, como si se hubiera despedido de Maduro, para hacer las américas europeas...
Llega a la conclusión, en juicio preliminar de los hecho, a decir que no había maletas. Que todo era patraña que alguien se había sacado de manga y que no era verdad. Delcy, la Fea, no había transportado nada que no pudiéramos pensar: ¿Drogas, oro, billetes?
Que a pesar de estar prohibida su entrada en Europa, ábalos y su jefe, se jugaron la mordida yendo a recibirla, en Madrid, aeropuerto.
Total,
que Ábalos, chulasco madrileño, se ha estado mofando de quienes le estaban haciendo las preguntas de ese día, esa hora, y lo que había contagiado la política de Sánchez, con 40 maletas de ¿...?
Ya solo nos faltaba lo último, en latrocinios, que lo de Ábalos, Koldo, mujer del Dionisio, y del Dionisio: también. Un conglomerado de ladrones, pajilleros, drogatas y mamporreros, que no necesitamos en la política española. Hasta desde fuera de nuestras fronteras nos están sacando los colores por los actos, hechos cometidos por estos bandarras infectos. Ojalá los pueda ver, algún día, entre rejas, como la vil organización criminal que representan, y a la que pertenecen.
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