Aquí, a España, han venido y siguen viniendo de todas las partes del mundo mundial a servirse de la sanidad pública, aquella que a los españoles se les ha restringido con colas y largas listas de espera. Y encima se permiten el lujo de decirnos que los españoles somos tontos y que ésto no se ve en ninguna parte del mundo: que ayudamos antes a los de fuera que a los de dentro. Comentarios de emigrantes de paises del este.
Hemos visto en salas de espera como los médicos de cabecera ponían trabas a los españoles, mientras se rendían a los pies de los extranjeros. ¿Es posible que tuvieran una prima por atenderles antes que a los españoles, de igual modo como tenían prima por no conceder bajas a trabajadores?
Cuando se toman cartas en el asunto ante la gravosa situacción sanitaria, inmediatamente se saca punta al lápiz y se le pone nombre: Violaciones de Derechos Humanos, pero contra quién: contra los que vienen a operarse gratuitamente o contra los españoles que ven como su imposición a las arcas sanitarias, a día de hoy, no les ha servido para su uso particular; uso que han estado pagando, otros beneficiándose, y ahora tienen que volver a pagar porque la sanidad si no la llenan los españoles los emigrantes menos.
Todos los individuos que estén en España sin contrato de trabajo, ni de vacaciones o intercambio cultural, deben abandonar el país y que sus dirigentes políticos se hagan cargo de ellos. En España ya no hay más tontos a quienes sablear.
Tratados. Bonita palabra para diferenciar a los españoles con lo emigrantes. Los tratados, al parecer, obligan a los países a dar a los de fuera lo que no se da a los de dentro.
A ver, opinar, sino es para mear y no hechar gota.
¿Putos gobiernos vendidos!
Tratados. Bonita palabra para diferenciar a los españoles con lo emigrantes. Los tratados, al parecer, obligan a los países a dar a los de fuera lo que no se da a los de dentro.
A ver, opinar, sino es para mear y no hechar gota.
¿Putos gobiernos vendidos!
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