viernes, 5 de agosto de 2022

lo dejamos claro nada más verle...

 

Feijóo entró en nuestras vidas como socialista en pandemia: poniendo cara de hacer algo... pero sin pensar nada. La misma que ha tenido el gobierno de Sánchez en todos estos años de gobierno. Allá donde ha mirado el presidente... miraban los palmeros. Como los ojos de perro siguiendo la galleta. ¿Y qué hemos conseguido con eso? Que el bueno, el guapo presidente, se haya ido de vacaciones con un Falcón y un helicóptero de reserva por si le daba un mareo y habíera que llevarle, de urgencia, al hospital Zendal, que está más proximo a todos los puntos cardinales, y tiene más espacio para cobijarle. El presidente que se precia no va a cualquier sitio porque sí..., ni se instala en cualquier sitio, por lo mismo. El presi del gobierno es <<la última galletita del paquete>> como definió Alberto Fernández al "semental" de Torra. Y, esto, el presi lo sabe. Y por ello se hace el imprescindible aunque sea más preciso: <<el impresentable>>. ¿Quién le puede dar a este "pendejo" un puesto si no es de nada... en alguna administración europea si no es en el cementerio de elefantes de la sabana africana,en Bostwana. Según la trayectoria de <<copia y pega>> que lleva de curriculum en sus actuaciones... no hay humano ni divino que le pueda echar una mano si no es al cuello. Nuestro presidente (que se enteren en todos los países del mundo y fuera de la Tierra) es un negado absoluto, y un tonto a las tres y después todo el día, que dijera Federico. Reconozcamos (que dijera el papa Francisco) nuestros pecados y no le odiemos, aunque lo merezca. Bien podrían los dos: Franc y Pedro, dejar sus respectivos y largarse con viento fresco a donde enderezan plátanos. Antes que una mala llamada del maligno llame a uno, y, al otro, le salgan los sarpullidos del mono. Quiera Dios, para los buenos, nos deshagamos de ambos, para el bien de la Tierra y sus moradores. ¡Pues eso.

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