jueves, 6 de agosto de 2020

ya sabemos dónde...

Todo el mundo está buscando a Juan Carlos, como si de Wally se tratara, y es que el muchacho se ha mimetizado entre el grupo de rastreadores que pide la Comunidad de Madrid. Ayuso no puede señalar a Wally Carlos porque la caería la del pulpo. Una presidenta no puede ir por ahí revelando el paradero del Emérito, porque ya lo harán los periodistas cuando escuchen que hay fiesta guarra en un local privado, de un privado magnate. Papi, Juanca, no puede estar sin acudir a saraos mucho tiempo, ni privarse de una regatita familiar con empresarios amigos. No puede ser que se esconda tanto como para no saber dónde ha puesto el huevo. Todo lo que toca el monarca se convierte en euros. Un poco como al rey Midas.
¡Dios, mío, como cambian las cosas!
Quién nos iba a decir que el monarca iba a dejar España por la ventana, porque todas las puertas se las han cerrado. Con la cantidad de amigos que ha tenido mientras ha podido ir haciéndoles favores. Y es que, en la política y el famoseo, se utiliza mucho convertirse en pulga o garrapata, para chupar del frasco, por el morro. Y, morros, en esos grupitos, más que caretas de cerdo ibérico.
Juanca me la suda. Nunca lo he conocido y estoy seguro que, nunca, lo conoceré. Por esa regla de tres quedo empatado con él y que Dios nos reparta suerte. Pero... no es lógico que alguien como él y su cargo de Jefe de Estado, se vea negociando dónde poderse esconder de los putos socialistas de mierda. De esos socialistas que han mamado de la teta de la vaca durante el franquismo. Que ha seguido mamando de la teta de la vaca con el rey. Y que gracias al estado real en el que nos encontramos... estos hijo de perra socialistas: siguen viviendo holgadamente. Esto es lo que me jode... Porque si la ley fuera igual para todos... todos estos mangantes de guante blanco estarían metidos en la cárcel hace mucho tiempo. Y, por supuesto, fuera de la política en la que nunca debieron entrar. Traidores a España; traidores a la bandera; traidores a la Constitución; traidores a los propios españoles.
Espero. 
Estoy esperando ver pasar los cuerpos muertos de estos desarrapados socialistos-comunistas. 

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