Al presidente Maduro le faltan dos primaveras, tres veranos y comer menos carne roja. Desde que está bajo el palio de la luz de Chavez los pajaritos se le amontonan en la cocorota. Allende los mares, le hizo una seña con la mano derecha al pecho y la izquierda levantada en señal de sumisión al Rey sumerio de España, después de las amenazas vias tv. que lanzó días anteriores. ¡Señores, que poderío el de los venezolanos al votar a un chalado vidente, como éste! Pero es que no hay más, eso cualquiera lo comprende, si no miremos como va España desde que lo gobiernan el PPSOE. Una chusma indeseable abducidos por amebas del mundo exterior. Habría que investigar por qué hablan y derrochan chulería al andar, al más puro estilo Urdangarín y el Idalgo Don Quixote Gallardón. Bendita fortuna poseemos en nuestras casas los Venezolanos y los españoles. Que Dios, si existe, nos asista, y sino existe, tendremos que inventárnoslo, aunque fallaríamos como nos pasó al votar.
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