no hay una sola vez que Corea del Norte, del zumbao Kim Jong Un, haya lanzado un misil intercontinental y nos hayan dado la voz de alarma al resto de habitantes del planeta. Es más, el Hwasong 18, que lleva nombre de guasa, ha sido recibido por los coreanos, con paraguas, a punto de chocar contra la misma península coreana, al norte de Hokkaido, porque no tenían tan claro que cayese en aguas japonesas a su retorno, y estaban mirando al cielo como si esperaran el maná divino.
Kim Jong Un es el peligro número uno de todos los descerebrados del planeta, contando con Biden. Un presidente al que suelen replicar en cada oblación a la población norteamericana. O, que haya adelgazado y le sobre piel por detrás de la cabeza. Por Biden, llevan tiempo dándonos gato por liebre. Los dobles se repiten con bastante frecuencia, o es domeñado por un holograma.
Realmente, en este plano, <<no todo lo que reluce es oro>> aunque nos lo endulcen con chocolate.
Parece mentira que un planeta en el que disponemos de todo lo necesario para vivir cómodamente y, que, por unos cuantos tarambanas tengamos que mal vivir por intereses espurios. Y, aquí, el <<no hay mal que por bien no venga>> es pura blasfemia dominical.
El mal es una cagada de aquellos que dirigen el mundo y no saben más... que joder al resto.
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