dada la gravedad de la pandemia de covid-19, y de lo largo que se va a hacer hasta conseguir que nos convirtamos en zombis perrunos...; las autoridades mundiales advierten de que delante del televisor y del ordenador llevemos una careta anti gas. Pero no pensemos que es por el virus..., sino por la cantidad de mierda que televisan y existe en la Red. Solo equiparable a la que contiene el mar. No obstante está naciendo el nuevo carnet de identidad donde va incorporada la careta, en la foto, para poderte reconocer. El color, la estampación, da lo mismo, como si te pones un tanga para ser y sentirte diferente al resto. Lo que se llama un hombre o mujer libre. Os lo digo: nunca pensé que un virus fuera capaz de matar; a la vez de embellecer y dar sentido a la vida. Tan es así que cualquiera discute sobre ello con total conocimiento de causa. Es decir, a la gente nos han convertido en oráculo temporal o, en parte del círculo inexistente de los sabios del pesoe.
Se recomienda a la ciudadanía se vayan haciendo las fotos para el nuevo carnet de identidad, -donde te reconocerán por los ojos de Sherezade, en las Mil y Una Noche-, y antes de que suban de precio. Hay conspiranoicos que piensan que la policía está implicada en el trapicheo pandemia-chinos-caretas-carnet. Como si el virus hubiera sido creado para cambiar la fisonomía del individuo y del entorno. Ya no se puede salir después de las doce. No se puede fumar ni en la calle. No nos podemos besar, ni abrazar. Las camas las tenemos separadas por mamparas. A los hijos que no son nuestros sino del estado: les vemos por fotos. El mismo chinito en todas. La mujer que no lleva careta... porta burka.
Total
que vamos camino de convertirnos en parte del pueblo judío, y aparezca Dios en persona a felicitarte por el éxodo tan malo que nos han hecho pasar con el virus des collons.
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