nos revenden los planteles de los invernaderos municipales. Ha hecho falta un atentado de los enemigos del Estado, pero amigos de los tunantes dirigentes políticos para que, los helechos, en grandes contenedores de cemento, sean obstáculos para coches y personas. ¿Algo que declarar? Sí. Coche de gama alta, negro, salta tres escalones que circundan la plaza de la Virgen, en Valencia, saliendo por/junto fuente, y los polis ni se les ve, ni se les espera. Si, es verdad, que existen dos coches patrulla que impiden la marcha normal de los ciudadanos pero... de haber sido terroristas, los paseantes de la plaza y la calle el Miguelete, lo hubiéramos tenido chungo. Yo abogo por menos vigilancia policial y más armas en manos de la población. De este modo sabemos que tenemos nuestra vida, en nuestras manos y no, en las de un posible terrorista de Estado. Me huele que lo que pretenden es todo lo contrario. Servirse de la derrota del atentado en Barcelona y otras ciudades europeas, para reprimir, si cabe, la vida diaria de los ciudadanos. Es un método que asegura la dictadura, sin que los ciudadanos nos demos cuenta. Bonito sistema de autocontrol, dirigida hacia la ciudadanía. Ahora estoy más tranquilo. Ahora estoy más controlado. Ahora doy gracias a Dios porque, a través de los muertos directos y colaterales, soy más libre. Y no soy más tonto porque no he nacido 2 minutos antes.
lunes, 28 de agosto de 2017
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