Suecia, Canadá, Estados Unidos, cierran sus puertas a la llegada de migrantes a sus costas, y países, y si esto sucede con la migración ¿no sería conveniente ponerle aduanas a las tecnologías que nos manda China?
Es impresionante ver como los países nombrados y ostros con gran influencia de chinos... nos comemos la propaganda comunista como lo mejor de lo mejor... mientras Europa pone pie en cieno y se hunde como un gusano mientras se retuerce.
En España estamos haciéndole buena propaganda a China de sus productos y más, si cabe, de sus tecnologías. Ahora resulta que tendremos que sucumbir a la importación de motos y coches de última generación (obviando a los europeos) y a unos precios que no le pasan desapercibidos a nadie.
Unos precios que para la tecnologia que lleva consigo en ningún otro país del mundo se podría fabricar. Existe la esclavitud en el mundo del social comunismo.
Ante esta cometida me pregunto: -si esta tecnología es tan barata..., ¿los recambios también serán tan baratos? Porque esta sería la madre del cordero. Tal vez la sorpresa venga cuando tengas que reparar cualquier pieza. Pieza importante del coche o moto. Tal vez tengas que vender el coche o moto para comprar el recambio.
Siempre se ha dicho que lo barato sale caro y es ahí donde los europeos tenemos el <<dicho>> adherido a nuestro lenguaje y cultura.
Total;
los inmigrantes, como los productos chinos, vienen tocados de origen.
Los primeros suelen ser convictos, delincuentes, soltados de las cárceles para que prueben ese producto en otro país para ver si les sale mejor. Como comprobaremos de la experiencia se hemos tenido que aplicar normas represivas contra la delincuencia en sus proporciones: >refriegas en las calles... los vecinos salen a dar palos y hostias como panes.
>patadas en puertas y okupación... Desokupas para sacerles con buenos modales.
Y, esto, amigos,
es lo que hemos adelantado con la templancia, buenismo y gilipollismo:
-un mundo que se desploma y una sociedad que se desvanece. El globalismo ha caído por su propio pie. Lo único que ha beneficiado es la parte de consumismo en la que todos los empresarios se sumaron a abrir puertas. Cuantos más seamos el consumo se desborda. Qué bueno para las tiendas de alimento, abrigo y comunicación.
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