en Francia, y que Sánchez quiere regalar a los etarras. Al PNV. El regalo vendría a ser de unos 16 millones de euros. Total, para Sánchez, ¿que son 16 millones de euros si no los tiene que pagar él?
Lo bueno, lo cojonudo de esto, es, que se están repartiendo España a modo de propiedades. Las que ellos no quieren se las venden, en formato regalo, a otros como en este caso a los vascos. Y en otros, a los chinos, los rusos, los suecos etc. Siempre al mejor pagador y bajo el secreto de confesión. No hay que ir muy lejos para ver que los chanchullos de Aldama se repartían en buenas mordidas con todos los palmeros y el Number One, socialista. Amén de esposa, hermano y suegro. El de los puticlub.
Un negocio o profesión como otro cualquiera si no fuera porque los socialistas están en contra de la prostitución. ¡Qué contrariedad!, ¿verdad? Pero siempre que las prostitutas no trabajen en otros clubs. El negocio tiene que ser redondo siempre para el emporio Begoño. El resto puede cerrar sus puertas si no cotizan en la bolsa Begoño-Sánchez, a partes iguales.
Sinceramente me repatea enterarme de todas las mierdas en las que nos han metido a los españoles durante todo este tiempo de transición. ¿Pero que cojones de transición? Esto ha sido el reparto de un pastel o pizza a partes iguales entre todos los hambrientos políticos comunales. Y siguen hambrientos. Por mucho que les demos siguen con el hambre de robo al pueblo, y el que no pueda comer... que se joda. Todo un detalle político de amor e igualdad. Esa igualdad de la que tanto se jactan.
Ahora sabemos que nos han mentido y nos siguen mintiendo para no perder la costumbre... de acostumbrarnos a una vida mejor salida de las reuniones de los Hombres G y de los Hombres de Davos. De quienes me congratulo con Milei cuando les pone las pilas y les nombra la ruindad de sus personas. Tal vez, quizá, hasta esto sea impostado; sea recibido como un chiste entre diplomáticos.
Como este otro chiste de la cantera sanchista sobre el hermanísimo.
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