Tenemos a toda la clase social socialista de morros y morrillos contra Trump y Elon Musk, porque, claro, Elon Musk es un multimillonario asqueroso al que se le debería apartar del mundo por su asquerosa fortuna.
¿Hay alguien ahí fuera que me explique por qué Sánchez le donó 1.200 millones de euros al mafioso Bill Gates? ¿Qué tenemos, los españoles, que ver con el emporio Bill Gates y sus vacunas de muerte?
O sea que, a Bill Gates sí, pero a Elon Musk no. A Elon Musk no, pero a Bill Gates sí. Esto es lo que los españoles estamos hasta los cojones de aguantar por culpa de este gobierno de mierdosos, corruptos y melobranquios. Todo porque Sánchez ha sido nombrado el primer presi de la Internacional Socialista Comunista S.A.

Luego dicen que en España no damos intelectuales del ramo socialista. Todo un protagonista allá donde va. Es verdad que algunos muchos le critican y abuchean pero qué es eso si tenemos un Superman y no nos habíamos dado cuenta.
Bueno cuenta sí que nos habíamos dado desde que le nombramos presi y apareció como por encatamiento bíblico, en Moncloa, un señor llamado Soros a darle las claves de lo que tenía que hacer durante su mandamiento como presidente español. Y, este manguta, se ha prestado sin tapujos a la labor encomendada. Y, por tanto, cómo iba a faltar en la reunión anual que se convoca en Davos de soñoros prostituidos y prostituyentes en la comisión directiva de países de la UE.
Era muy normal que se reunieran de urgencia dado que Trump venía con ganas de incarles el diente a la parte contraria de la primera parte.
¿O es que pensábamos que entre los clanes no se tienen tirria, manía y ganas de matarse? Pues naturalmente que sí.
Los doce descendientes de los apóstolos no paran de quitarse y ponerse el poder. Y, todos, a favor de cada una de las treinta monedas de la muerte del Maestro. Treinta familias... 300tos vástagos dirigiendo el planeta. Y, cada Uno, más maligno y perverso.
Por eso llegamos a la conclusión de que la guerra no va contra los ciudadanos que vivimos sobre la faz de la Tierra. Es una guerra creada, montada por ellos, para rivalizar entre sí y sacar beneficio de partes. Nosotros, el pueblo, sólo somos los peones que hay que sacrificar por la causa.
Y por la causa se sacrifica la reina del baile: Yolanda Díaz. El sacrificio consiste en no utilizar la Red X, una forma de hacerse propaganda superlativa al compararse con Elon Musk y su disparo afortunado del brazo derecho. Un saludo que ha sentado muy mal a Yoli, por considerarlo franquista, y, sin embargo, Sánchez ha celebrado la falta de Franco con una <<onomástica>> a su persona. Que tampoco le ha gustado a Yoli porque les va a restar votos en las próximas elecciones generales. Que no serán tan generales y sí al estilo Maduro: Hacemos elecciones pero yo gano, eh.
¡Cuánto sabe nuestro presidente!
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