de que la última instancia para defenestrar a Sánchez es votando a VOX. No nos queda otro opositor más capacitado para retornar a una España que era el mejor país del mundo para todo el mundo. Este wokerío de Sánchez solo representa a la minoría socialista que vive del cuento y la mamandurria: los ramoncín y algunos cineastas. Por supuesto que están nerviosos viendo cómo sus vidas sufrirán una debacle cuando se les acabe el chollo de las partidas a paliar su desvergüenza a costa de los impuestos de los ciudadanos. Desgraciados, que reciben ayudas vs. la Caja, que no es de nadie, según la de Cabra, y que no son capaces de preguntar de dónde sale para pagar las juergas de estos inservibles, de estos incapaces personajes, de ganarse el sustento con el sudor de su frente. Pero, claro, <<dame pan y llámame tonto.>>
Hay que terminar con el socialismo, con el peperismo y con todo aquello agarrado a la piel de los demás como garrapata chupa sangre. Muy dado en la izquierda del mundo mundial. No hay más que echar un vistazo alrededor para ponernos al corriente de la multinacional estafa a la que nos viene introduciendo la izquierda. Da vergüenza ajena enterarse de los chanchullos multimillonarios que llevan entre manos los chicos de Sánchez, con él a la cabeza. Es despreciable que haya gente trabajando por cuatro míseros euros y los políticos que no hacen absolutamente nada, no se conformen con sus sueldos de millonarios y roben a manos llenas. Para estos, la justicia, se queda corta; y sus haberes a pagar los trastos rotos por estos degenerados.
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