lunes, 26 de junio de 2017

anoche escuchando la radio

un escritor español, famoso, se cargó de un plumazo setenta años de movimiento OVNI. Dícese, además, de todos aquellos que han vivido a la sopa boba de un caso que empezó con el batacazo de uno de esos aparatos desconocidos en el 47, y el avistamiento de nueve naves por el piloto Kenneth Arnold, en los montes Rainier. Sin embargo, el mismo contertuliano, deja dicho en otro programa, que en una visita a Egipto, en el mismo aeropuerto, pasó por debajo del avión en el que se encontraba, un objeto metálico y cilíndrico de dudosa procedencia. A eso lo llamo "nadar y guardar la ropa". Cosa que suelen saber hacer muy bien los escritores. Y yo me pregunto, ¿si los objetos fueron vistos hace setenta años, se han estado comunicando con ellos en tercera dimensión y son culto de determinados individuos mortales, cómo ponemos en duda su argumentario, siguen haciendo antenas SETI cada vez más grandes para escuchar no sé qué, y perdiendo tiempo con el área 51?, ¿pues no tenemos 11 razas viviendo en el planeta tierra ahora mismo? Es acojonante como nos comen el tarro y nosotros, pensando, que sabemos algo de algo. En el planeta tierra existe la mayor desinformación sobre cualquier cosa. No sabemos nada del espacio. No sabemos nada del fondo del mar. No sabemos nada del cambio atmosférico. No sabemos nada de nada, carajo.
Se dice..., se argumenta...: que el artefacto estrellado  en Roswell, era una nave experimental y que resultó fallida. Quisieron mantener el experimento en secreto porque los ocupantes eran personal contra voluntad. Después, para mantener el silencio orquestado frente a otras potencias, decidieron sacar a la luz el muñeco hinchable chino cuando le practicaban la autopsia. Aquello para el común de los mortales era una mordaza y un "me lo trago,  os lo compro". Otro invento como el aceite de colza, en España. Y como los experimentos practicados a mendigos arrancados de la calle y llevados a Dios sabe dónde... y algunos hasta desaparecido, por las elites policiales secretas. Y las Torres Gemelas y muchas historias más para no dormir....

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