sábado, 9 de octubre de 2010
Bajo el nombre de “seguridad”, se están extendiendo una red de ojos direccionales que barren calles, centros comerciales, lugares públicos, y a través de fibras ópticas, wifí y móvil, introducen un ente invisible en nuestros hogares controlándonos desde la privacidad. Vigilancia intercontinental, como 007, con licencia de control con derechos legales. Se habla, en foros, desde las bocas de políticos y entes programadores, sobre la libertad como un derecho inalienable de las personas para una vida digna y respetada cuando, en realidad, estamos enclaustrados en cárceles sin barrotes ni fronteras. Hoy cualquier país tiene autorización para perseguirte y enterarse de cualquier paso voluntario que hagas. ¿Dónde está la libertad que proclaman los políticos? Sólo en que no sabes, nos mantienen al margen, de la realidad que hay detrás de sus intenciones. ¡A la inopia del pueblo lo llaman libertad! Todos los medios actuales de comunicación: visuales, telefónicos, ordenadores, etc., etc., están al servicio de la política. Nosotros somos los presos y nuestros propios guardianes. Así no puede existir la libertad, de tantos años y milenios, añorada.
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