mucha gente los ha visto

 

y mira que son bonitos cuando te los presentan nuevos y en funcionamiento... pero nadie reparábamos en que, al tiempo, todo tiende a dejar de ser nuevo y requiere una serie de reparaciones necesarias para el paso del tictac y el espacio. Pero mira tú por donde yo no sabía que los ovninautas tienen el mismo problema que los terrícolas: dónde echar o dejar los objetos siniestrados. Pues, tal como vemos en la imagen, en cualquier espacio o lugar les viene bien para dejar el objeto inservible. Que, por la capa externa que se visiona, debe tener su edad de fabricación y ningún cable u ordenador que nos pueda servir a los humanos. ¡Vaya! que le han desguazado por dentro y ahí os dejamos la cáscara. Pues, muy mal. Por tanto no me extrañaría que los osnis sean esos objetos que nos van a dejar olvidados, en la profundidad del mar. ¡Muy bonito!

En fin

que estamos deseando que alguien venga y nos libre de esta carga de existencia y, más, cuando tenemos lo que tenemos por librar día tras día. 

Total

que estamos intuyendo el reencuentro con los hummitas, los pleyadianos u otros que vienen (¡...!) en son de paz.   

Algo no me cuadra y espero que sean obsesiones mías... pero no se harán visibles hasta que no acontezca un evento digno de mencionar. Por ejemplo: la salida del gobierno de Sánchez. Y, eso, según el pronóstico de él mismo, no se realizará hasta dentro de 50 años. En los que estaremos todos calvos. Pero dejaremos testimonio en las nuevas pinturas que haremos en las cuevas por una catástrofe política sin precedentes. Habremos retornado a la era de la piedra por culpa de estos retrasado mentales. 

Ya somos muchos los que tenemos el boleto para ser los primeros en subirse al platillo que baje antes. Nada de esperas para que luego se vaya colando gente y <<los últimos se hagan los primeros>> Qué ansias tenemos de que baje alguien y nos lleve donde quiera. ¿Y si tuvieran puticlub entre planeta y planeta y otro burdel entre galaxia y galaxia. Estas cosas hay que tenerlas presenta para no sentirse violento en según qué lugares que no se conocen. 

En fin, amigos,

que tenemos fantasía para rato y para ratones de campo. 

Os deseo feliz Semana Santa.