no quiero ser. Pero por ese motivo me desespera que aquellos que viven bajo el amparo de la Virgen y protegidos por el Creador... se hayan visto tentados por la carne, y, ahora, por el agua de vida contra el coronavirus. ¿En qué altura ha puesto el Señor el listón de la Fe, que tan poca gente va teniendo capacidad para alcanzar? Y lo más sorprendente es que son los servidores celestes, en la tierra, quienes tienen menos fe que el resto de personas. Si no, a santo de qué, el Obispo de Alicante reniega del demonio de la segunda dosis; dado que la primera la consiguió de estraperlo. El hombre ha tenido un ataque de conciencia mal sana, y ha decidido prescindir de la segunda dosis y que sea lo que Dios quiera. Al menos, este pastor, ha hecho oídos a la conciencia que le llevará, a posteriori, a presencia de su Salvador.
He aquí al salvado por una milésima de segundo, habiendo padecido la tentación del demonio. En esta pandemia es evidente que muchos de la iglesia y de la política han caído presos de la tentación del Averno y escrito su nombre en la cartilla de los destinados al nombrado lugar.
Que Dios nos libre de la tentación a aquellos que, por temor, no hayamos, aún, caído en poder del tentador. El Demonio tiene los brazos muy largos y está siempre a la expectativa de tentar.
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