se hace evidente que ni Obama es Obama, ni la Merkel es la Merkel.
Los hombres grises nos están haciendo creer que los cuerpos que suelen salir representando a alguno de los grandes mandatarios son ellos. Yo creo que no. Porque es imposible que Obama sea tan groseramente gilipollas y la Merkel tan sumamente hitleriana. O, en todo caso, no hayan tenido tiempo de escenificar y representar los papeles mejor. ¿Estoy bromeando? Están pasando demasiados casos raros a nuestro alrededor, como para que no vayamos cuestionándolos. Nadie hace poco tiempo se pondría a pensar los cambios tan bruscos con que estamos siendo sorprendidos. Vamos, a mí, al menos, me lo parece.





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