
Yo ya lo he comentado en otros post. No me fío de alguien que se cambia el nombre por el de otro, y arguye hacer lo mismo que hizo aquél. No me fío porque queda fuera de tiempo y lugar; y sobre todo delictivo: por suplantación de personalidad.
Este Papa, para mí, está más lejos de la realidad de lo que estuvieron los anteriores. Aquellos se mostraron más o menos obedientes a las buenas o malas de la Iglesia; éste: consiente. Lleva implícito el Novus Ordo Seclorum, de la venida del ángel caído, según los cantos sectoriales del satanismo. A tenor de los signos... los tiempos son llegados, y el Papa que ha de presidirlos, también.
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