es de toda la humanidad por sus pecados
es por los judios en particular
es por Dios, para beneficio de la gente en general, y por los Elegidos en particular.
¿Qué hubiera pasado si en el momento de la crucifixión el velo del templo no se abre, o no hubiera habido presencia de tanto cristiano junto a la cruz?
Hoy no estaríamos hablando de lo mismo. Hubiera muerto uno más en comandita con tantos otros que morían crucificados en el Gólgota o en la Vía Ápia.
No obstante para llegar a semejantes conclusiones han tenido que ingeniárselas muy bien para que todo lo que se dijo sucedió en aquel entonces, no entronque con la visión que se tiene hoy de la historia, la Biblia y la Iglesia. Y es que cuando una mentira se difunde, luego es muy difícil llevarla a verdad. Sin embargo, en la curia ésto ha dado resultado y no se les ha podido probar lo de: antes se coge a un mentiroso, que a un cojo.
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