El libre albedrío es la habilidad que tiene cada individuo para tomar
sus propias decisiones. Existen debates en cuánto a la extensión que
tienen las personas de entender este libre albedrío. Existen dos puntos
de vista: el compatibilismo y el libertarianismo.
El punto de vista del compatibilismo es la posición
de que la libertad de una persona está restringida por su naturaleza
como está descrita en la Escritura. En otras palabras, él/ella sólo
puede escoger lo que su naturaleza le permitirá escoger: el pecado o la
regeneración. Por lo tanto, versículos como 1ª Corintios 2:14; Romanos
3:10-12; Romanos 6:14-20 son usados para demostrar que, por ejemplo, el
no creyente es incapaz de escoger a Dios por propia voluntad.
El libre albedrío en el libertarianismo dice que la
voluntad de la persona no está restringida por su naturaleza pecadora y
que él/ella es todavía capaz de escoger o aceptar a Dios libremente. Los
versículos usados para sostener esta posición son Juan 3:16 y 3:36. Dos
subdivisiones del libre albedrío en el libertarianismo serían “el libre albedrío absoluto abierto” el cual dice que las escogencias del hombre no son conocidas por Dios hasta que estas ocurren, y la otra, “el libre albedrío absoluto no abierto” el cual declararía que Dios puede conocer las escogencias pero que Él no las puede determinar.
La posición bíblica es la del compatibilismo. La
Biblia claramente nos enseña que el no creyente sólo toma decisiones
pecaminosas (1 Co 2:14; Ro 3:10-12; Ro 6:14-20); por lo tanto, debemos
concluir que cualquiera que cree en Dios (Jn 3:16; 3:36) lo hace porque
Dios ha permitido que la persona crea en Él (Fil 1:29), ha hecho que
nazca de nuevo (1 P 1:3) y lo ha escogido para salvación (2 Ts 2:13).
Todos los cultos y los sistemas religiosos falsos enseñan que el punto de vista del libertarianismo
del libre albedrío y el entendimiento espiritual están completamente
dentro del alcance de los pecadores—a pesar de su esclavitud al pecado y
su falta de vida por el mismo pecado. Para ellos, la salvación sería
debido a la habilidad total del individuo para hacer tal escogencia.
"Jesús dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy".
jueves, 2 de julio de 2015
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