Durante sus años en el gobierno, el PSOE realizó una labor de gran utilidad para la oligarquía internacional (de raíces atlantistas) entregando España en sus manos (OTAN y CEE), debido a ello, este partido ha ido perdiendo una buena parte de su credibilidad entre las masas populares; por eso, era necesaria una nueva opción que se ganara el favor de dichas masas y continuara gestionando la política española según los intereses de dicha oligarquía. Todo apunta a que Podemos (la antigua Izquierda Anticapitalista) se ha convertido en el nuevo candidato para continuar la labor que tan eficazmente desarrolló el PSOE durante los gobiernos de González y Zapatero. En este contexto, Falciani, la nueva creación de los servicios de inteligencia atlantistas, encajaría perfectamente en el equipo de Podemos, como ya lo hiciera también, elaborando su programa económico, Vincenç Navarro, ex asesor de Hillary Clinton y admirador del “guerrista” Franklin Delano Roosevelt.
Se hace perentorio que Podemos esté apoyando todos y cada uno de los movimientos populares para descontrolar el sistema de gobierno en pro de gobiernos periféricos.
Todo lo que está pasando en torno al tema de Cataluña es algo que ya hemos visto antes en otras ocasiones, se trata de una nueva repetición de la vieja estrategia de la tensión, una estrategia utilizada habitualmente por la oligarquía para pastorear al rebaño humano. El objetivo es polarizar al máximo a las masas implicadas en el conflicto en dos extremos perfectamente bien definidos (Cataluña y la mayor parte del resto de España) gracias a la persuasiva influencia de los medios de comunicación y de intelectuales afines al establishment, creando así un enconado conflicto que conduzca a una situación desesperada sólo solucionable mediante una decisión desesperada.
Las manifestaciones independentistas catalanas, como lo fue el 15M, no es más que otro espectáculo de masas retransmitido de forma global con el fin de crear el consenso necesario que posibilite la adopción de unas determinadas medidas siempre favorables a los intereses de la oligarquía internacional. Es posible que Cataluña se independice, eso es lo de menos, el objetivo de este nuevo acto dramático no es otro que el de poner en entredicho (gracias a las grotescas cotas que ha alcanzado y alcanzará este nuevo espectáculo mediático) el actual modelo de Estado-Nación, todo con el fin de desmontar las últimas trabas que los grandes oligopolios tienen para alcanzar sus objetivos: convertir el mundo y a su población en una industria perfectamente ensamblada
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