de que el Comité Contra la Pandemia Española (CCPE), no ha existido nunca, y de que eran los mismos voceros los encargados de tomar las decisiones y decidir quien vivía y quién moría...
Ahora nos topamos con que los geles hidroalcohólicos tampoco protegen contra el covid-19.
Y, ya puestos,
estoy seguro que las compresas que nos han puesto en la sonrisa horizontal... tampoco sirven como barrera a que salga o entre el microbicho. Se ha dado por hecho de que las caretas fabricadas en casa, a juego con el vestido o los zapatos, eran tan buenas como las que pueden venderse en las farmacias: ninguna lleva control de prueba o eficacia.
Los fantasmas del Comité socialista se han comportado como verdaderos fantasmas. Todos los días dándonos los partes de lo que debíamos hacer para no contaminarnos..., y el echo es que nos han abocado al mismo contagio. Luego le echaremos la culpa al botellón, a los grupos de chavales jugando al fútbol, o a divulgar cualquier otra escusa... menos la de reconocer que se han reído de media España y de la otra, también.
Si después de todo lo que hemos estado diciendo nos seguimos contaminando...: sería mejor, como remedio, una remesa de buena ginebra de las destilerías del KGB. Directamente de Putin. Esa agua de vida de 90 grados que quita la respiración, ¡sistema por el que se hace difícil inspirar el dichoso microbicho! ¿O es que nos os dais cuenta cuando veis un ruso que solo exhala, y que no inspira?
Amigos
una cosa es clara y la hemos dicho por activa y por pasiva: los burros vuelan y los muertos han de ser por millares. Esa es su voluntad.
Ayer estuve hablando con un hombre que ha "pasado" la enfermedad. Al parecer donde más ataca el virus es en las vías respiratorias y pulmones. Cosa que nos dijeron desde Italia un verdadero comité. Divulgó la necesidad de la heparina y anticoagulantes.
Este es el verdadero comité de geolocalización de pedófilos en España. A falta de Comités de Sanidad.
Los ingleses han tomado la iniciativa de pedir 100 millones de unidades de la vacuna codid-19. ¿Qué pasaría si dicha vacuna no sirviera como remedio para el virus? ¿Qué sucedería si la vacuna fuese inicua a una pandemia que no existe?
Aquí lo tenemos: mirando al turbio infinito, cargado de infinitas incógnitas. Trump es un soñador asquerosamente rico, y con ganas de hacer las Américas en el globo marciano. Trump sabe que en Marte aún hay vida biológica y sueña con estampar su firma en el libro de los extraterrestres que lleguen de visita. Los marcianos quieren hacer, del pequeño Trump, el emperador galáctico; al que han retocado el ADN para darle el poder de respirar cualquier atmósfera que se encuentre en su exclusión a otros mundos. El niño de Trump no es cualquier extraterrestre incubado en la Tierra.
