lunes, 14 de septiembre de 2009

cuento oriental

He aquí un breve cuento oriental, sobre la indecisión-indefinición, de la mano de Ramiro Calle:
Había una vez un río, y a cada lado, en cada orilla, un monasterio; ambos eran habitualmente visitados por un perro que se había ganado el cariño de los monjes. Al sonido de campana que anunciaba la hora de comer, el perro acudía a alimentarse. En una ocasión, mientras el can estaba dándose un chapuzón en medio del río, escuchó el tañido de campana de uno de los dos monasterios y, como era habitual, comenzó a dirigirse hacia donde lo alimentarían. En esto, simultáneamente, también empezó a sonar la campana del monasterio que estaba en la orilla contraria y el perro, indeciso sobre a cual orilla dirigirse, desorientado y cansado de moverse a uno y otro lado, perdió sus fuerzas y se ahogó en medio del río. Ocurrió que su indecisión, su indefinición sobre qué dirección debía tomar, la pagó cara. (El libro de la Paz, Ramiro Calle)

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