recuerdo -como si fuera ayer- la desaparición de la niña Madeleine.
Los medios de difusión se hacen eco y se ponen en movimiento en cuestión de segundo lanzando la noticia al aire con intención de que la gente, los ciudadanos, se impliquen, y presten atención a toda anomalía que puedan percibir en el entorno.
100.00 niños han sido encontrados en túneles, en New York, a quienes se les utilizaba para extracción de sangre, órganos y el abuso sexual.
Señores...
-Estamos hablando de 100.000 niños raptados por redes pedófilas, mafias de órganos y gente de mal vivir. Asesinos de niños sin miramiento alguno.
Hace falta ser hijos de puta e insensibles monstruos para penetrar en las habitaciones y casas. De ahí el oso que pasando puertas entran en dependencias infantiles con malas intenciones. Sí es verdad que los dibujos animados disimula la maldad que hay detrás de esos monstruos que se hacen pasar por dibujos animados con intención de matar, mitigar el miedo que debe tener un niño a la hora de irse con alguien que no conoce.
Es necesario que empecemos a cortar cabezas de todos aquellos abusadores sean de la categoría profesional, personal o quien sea: muerte al abusador de menores.
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