Lo paradógico sería pensar si nuestros políticos tienen lo mismo. Porque nos están demostrando que carecen del cerebro pensante..., cuanto, menos, del intestino o instintivo. Menuda patulea de inservibles señores al servicio de los ciudadanos. El caso es, que hay que invitarles a mirarse el ombligo para saber que hay otros como ellos: con ombligo. Aunque dudo que haya alguno que tenga ombligo: deben pertenecer a esa red de secretos insectos venido del plano exterior.
Nos han vendido a los poderes árabes. A aquellos hermanos del abdicado, Juanca. Han vuelto los hijos del RAmadán, a cumplir el mandato de Mahoma: acabar con los infieles. Y terminarán cumpliendo su demanda dada la cantidad de anticatólicos que ya hay por todo el litoral mediterráneo y que no más que robar, agredir, vender a la joven morita por las playas para atracar al desventurado que quiere le haga un trabajo sexual. ¡Qué vergüenza de gentuza nos ha llegado!
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