viernes, 1 de enero de 2010

empujando en el tren de Tokio


hay enlatadas sardinas con más espacio que los trenes en Tokio. ¡qué cara de felicidad les queda a los seguratas, cuando terminan de estrujar el cuerpo del último pasajero y las puertas se cierran detrás de él!
¡miren, miren, si no!

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