el régimen chino ha mandado orden a sus paisanos afincados en España a que vayan replegando trastos y marchando para China. Las condiciones españolas no le sirven de mucho a Xi Jinping y prefiere que los chinos vuelvan al país para seguir haciendo lo que saben: producción a manta; en esclavitud extrema.
Los ositos panda vuelven a su jaula de oro propiciada por Xi Jinping.
España para los ositos panda no era más que una ruta, (de la seda) que ha quedado obsoleta y en los libros de Historia. La ruta vulvió envuelta en una seda impregnada en virus mata gigantes de 80 y más años.
No sé, y lo lamento, el por qué Xi Jinping ha llamado a los chinos a dejar nuestro país sin darnos motivo para ello. Ahora que los chinos son casi como hermanos... teniendo nombres de hermanos... Al que yo le compro las pinturas sella hace llamar Juan. Con eso os digo todo. ¡Chè, como si fuera mi hermano de madre!
Cuando la pandemia venido o llegada desde Wuhan los hermanos chinos fueron diciendo en los Mercadonas, de confianza, que se iban al campo, a refugiarse en casas de alquiler, porque los españoles les íbamos a contagiar. Y dicho y hecho. Nada más largarse de la ciudad la enfermedad llegaba a España, y recorría con sonrojo, todas y cada una de los hogares de los españoles. Hasta el extremo de provocar la muerte y resurrección de 140.000 españoles ancianos.
Lo que se esté cociendo en las altar gerarquías mundiales no llegamos a comprenderlo. Pero que están por la labor de terminar con la mitad de la población mundial: no hay ninguna duda.
El apagón el lunes 28 se venía diciendo en los Simpson; como todas las demás cosas que han sido profetizadas por estas réplicas de la vida cotidiana. Un final y un principio a ¿...?
Por si acaso los chinos conocedores de todo lo que se cuece en el mundo, ponen tierra de por medio por si un caso...
Y ante todas estas predicciones ¿sería chino el nuevo Papa?
Es evidente que entre todos la están matando y ella sola se morirá. La Tierra clama justicia contra humano que la habita. Creo que nunca, antes, nadie ha puesto al planeta al borde de una catástrofe más insolente como la de ahora. Ahora sabemos en qué lugar del planeta se encuentra encerrado Satanás: en la mente de todo dirigente con ansias de hacer algo grande. Aunque ello, suponga, cargarse el planeta entero.