“ Hemos decidido que las fuerzas de Satán
gobiernen nuestra nación y controlen nuestro destino. Estos no son
temas políticos, liberales contra conservadores o demócratas contra
republicanos. Nosotros no estamos hablando de planes energéticos,
economía o política. Estos son temas morales, el bien contra el mal,
Cristo contra el Anticristo.” (Envío publicitario del movimiento Christian Voice, que apoyó públicamente la elección de Reagan en 1980).En la sociedad contemporánea, la mentira y el engaño han llegado a alcanzar dimensiones colosales. Los Estados, que desde hace ya varios siglos vienen utilizando el fraude masivo como herramienta para manipular a la población, han perfeccionado mucho sus métodos en las últimas décadas; esto ha traído como consecuencia que el individuo medio de nuestros tiempos se encuentre ya casi completamente incapacitado para interpretar la realidad de una forma medianamente correcta y, por lo tanto, para desenvolverse con un mínimo grado de autonomía en la vida. Esta "invalidez" intelectual ha llevado a los individuos a una situación de total dependencia para con el Leviatán estatal, convirtiéndose éste, ya, en imprescindible para aquél.
Esta es la principal razón de que, en la actualidad, decir la verdad en torno a engaños estatales tan evidentes como el del terrorismo, encuentre tanto rechazo entre el gran público, quien interpretará toda crítica al Estado casi como un ataque personal. En cualquier caso, considero que hacerlo (decir la verdad) supone un ejercicio muy útil para, por lo menos, no rendirnos frente a la estupidez y la sinrazón reinantes, lo que nos permitirá conservar un mínimo de dignidad, evitando así que nuestro paso por la vida sea como el de los millones de zombies que en estos momentos pueblan la tierra.
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