Señores de la Gran Chingada, ustedes sí que han vivido por encima de las posibilidades de las personas a las que han estado robando sistemáticamente con voluntad y alevosía. Ustedes sí que han hecho que muchas familias hayan padecido de todo por culpa de su raterismo más cruento y cruel. Ustedes siguen siendo los mismos que han vendido a España a los países extranjeros a costa de primas, inversiones, y secretos de Estado. Ustedes, los viejos, y ahora, los nuevos, son unos traidores a la patria española. Ustedes no se merecen que los votos de los españoles les hayan encumbrado a las alturas de la política de un país que se merece lo mejor. Los españoles somos trabajadores dentro y fuera de las fronteras, de ello se deriva que os hayáis enriquecido todos estos cuarenta años. Ya sabemos que el ratero mayor fue su señoría el rey de España: el comisionista; o el "llaves", como le nombraba la Corinna: la sirvienta fiel de los señores de pasta.
Hora es, de que los españoles empecemos con empeño a romper sus negociaciones y volvamos a votar con el culo en pompa hacia las urnas, para demostrarles que no necesitamos de políticos para llevar la política española a la altura que se merece.
Estos memos de mierda se creen que no estamos al tanto de la calle de lo que sucede y de su currículum vitae. Ninguno tiene la valía suficiente para gobernar para los españoles. Sí, que su catadura moral está a la altura de Venezuela y tal vez de los judíos que pagan a algunos para mofarse de nosotros. Todos estos mamarrachos deben abandonar lo que se quieren apropiar e irse lo más lejos posible de nuestra España: Grande, Libre, Una. Abandonad el barco y nadad donde la ventisca os lleve lo más lejos posible de lo que despreciáis. ¡Adiós mamones!
El duque ha entrado en una empresa difícil de definir, hasta para él mismo. Ante la juez, dicta que firmaba sus correos como: el emPalmado, de forma jocosa con sus amigos. No es de extrañar que habiendo tenido un precedente dentro de la casa Real, como era el abdicado, tuviera esos arranques de juerguista de balón mano. Es evidente que, desde la casa de sus suegros, se llevaron a cabo cada uno de los mordiscos a las cajas de los contribuyentes, de los distintos putiferios de las comunidades autonómicas. (CCAA). ¡Pero, claro, como venían de parte del impresentable!, pues todo el mundo a cooperar. Ahora resulta, que, se siente oprimido, en apuros, ante las preguntas de los periodista a su forma de manifestar su persona, y la de su familia, ante semejante latrocinio Real. El Duque emPalmado está que trina, y su agujerito trasero rezuma caquita blanda. Y no, expresamente, por haber hecho el amor con su colega. Evidente la petición de que el muchacho y la muchacha que -cobran un buen pastón por representar a la Monarquía que ha fallado más que escopeta de feria-, devuelvan lo robado o lo donado o todo a la vez. De este modo tendremos la seguridad de que el Rey, puesto, cumple los requisitos de: todos somos iguales ante la Ley. Y empezamos el año con buen pie; porque lo que se nos avecina con tanto tramposo, ratero, bocazas y mafiosos políticos, no veo el año con buenos augurios. Los partidos políticos intentan repartirse el roscón de los Reyes de Oriente durante todo el año, y el pueblo a verlas venir. Es inaudito que no sirvan ni para llegar a un acuerdo en el reparto, cuando son habas contadas: mitad España para las extremas izquierdas, y las otra mitad, para las extremas derechas. ¿Hay algo más a repartir? No. Porque todo lo que suene a comisiones devenidas de los exteriores de las fronteras españolas, se las lleva el muchacho real. Todo solucionado. Reparto al gusto del abdicado. ¡Quién dá más!
Cara de la Luna que no se ve desde tierra. Cara ocula de la Luna. Actualmente implantada en la nueva película de Star Wars: The Force Awakens. La Luna no ha dejado de ser una base alien desde la bajada al planeta Tierra de los fornidos hombres de las estrellas. Aquellos que en su día poblaron Egipto, Rusia, China, sudamérica, y construyeron sus pirámides, como recuerdo pictórico, en el marco superficial terrestre. Sus pirámides recortan el horizonte, a la vez, que, chorros de energía salen por su vórtice, hacia la costelación de los hijos del Sol. Señalando, esactamente, su ubicación celeste.