pugnan por un cambio

 

y se actualizan con militantes del partido que dieron pena y falsas esperanzas a los españoles. ¿Es que en el PP no hay gente nueva con la que regenerarse sin tener que acudir a los espectro del pasado que tan poco dejaron una impronta tal, como para volver a repetir, consigna.

Feijóo clama gobernar con mayoría absoluta y tiene a Rajoy a su lado que la tuvo y no supo qué hacer con ella. Si en aquel entonces se hubiera comportado como los españoles quisieron ser gobernados y, no, tener que recurrir al voto socialista. Hoy estamos en la situación que los españoles quisieron evitar y resulta que, Mariano, les dejó su bolso, en escaño, para que, encima, tuvieran el control del recinto. Y así hicieron. Los socialistas son mucho más vivos que los peperos de aquí a Roma. Y así nosva.

Estamos en un momento de auténtico pánico obrero, judicial, sanitario, estudiantil... Está todo patas arriba y nos va a costar mucho poder levantar la cabeza. Eso... si la justicia no toma las riendas y determinada la devolución de lo robado por las huestes socialistas, a todos los españoles. Son muchos millones y con ellos podríamos salir del agujero en el que nos han metido por las mordidas millonarias que nos han platicado.

Estamos hablando de una repetición de actos ya consagrados en la política española. En los partidos españoles. Aquí han perdido el miedo y la vergüenza y ya no le temen a que les voten o no. Si les siguen votando pues ellos seguirán a lo suyo y, si no, también. Habrán puesto tierra de por medio y a disfrutar, por años, de lo sustraído, lo robado, y a probar de nuevo.

Y a probar de nuevo porque no hay un partido que 100 años dure si no se convierte en un dictador, socialista, o comunista. Entonces no ya superan los 100 años, sino que convierten el poder en un chiringuito familiar. Sánchez lo lleva por ese camino.