miércoles, 2 de julio de 2025

para que Tomás Gómez

 diga esto de Sánchez ya es para echarse a temblar. 
Lo digo porque ha sido uno de los más socialistas que ha tenido el socialismo español. Tan es así que en las tertulias ha defendido hasta la patología, lo que ahora mismo está enterrando sus propias palabras y al partido. A su propia formación política. Y es que en la vida no se puede hablar ni demasiado pronto ni demasiado temático, sin tener una bola de predicción futurista. Como la Bola de la maga Lola.
No sé qué tiene el socialismo en la Comunidad de Madrid que cualquier voz que suene a socialismo le entra urticaria a la mayor número de ciudadanos madrileños. Y no creo que sea por la presencia de Isabel Díaz Ayuso. Que a marcha de lo que se está cociendo en la capital de España, es muy posible que se cambie al socialismo para poder seguir trayendo, reclutando, MEMAS, en albergues municipales; a la vez que construye otros edificios para esconderles mejor, y de forma más electoralista.
Lo veremos más y mejor cuando Feijóo, ese hombre de provincias, se convierta en presidente de gobierno, a costa del Caso del Número One. Es verdad que la ciudadanía acertó votándole el 23J, pero con la escasa diferencia que ocuparon, con escaños, los etarras y los separatas catalanes.
Esto de las votaciones hay que llevarlas al terreno de la legalidad y de la mayor proporción de seguridad que requiere el tomar nota de las votaciones sin que haya urnas por los suelos para ir metiendo las que más les interese a los partidos. Sánchez tenía a <<una>> metida en Correos hacer hacer ese trabajo osceno, como meticuloso.
Yo reflexiono...: 
"Si será verdad que en España es tan difícil conseguir políticos legales, y no chorizos para tan poco pan".
Al término de la reflexión, me viene a la mente que toda la corrupción obedece a un bien común. 
En primer lugar, para que las culpas no se generalicen...
En segundo lugar por que, al querer cambiar la moneda por bitcoin, van apartando los euros como  honestos chorizos... Héroes de la moralidad... Una forma de asumir la ilegalidad y no sea extensiva... ¡"Qué buenas personas son nuestros políticos"! Y cuanto mal hacen allá donde gobiernan.

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