Asesino es aquél que ha tenido y las tiene, las manos manchados de sangre. El que manda una carta y unas balas con nombre y apellidos es un loco, un bipolar... No, señores, el que manda una carta con nombre y apellidos es aquél harto de escuchar las monsergas de la socialcomunista y que no haya nadie que ponga freno a los desmanes de estos desgraciados. La diferencia de un enfermo -como le han llamado a este individuo que ha mandado las cartas y las balas-, es hartazgo político. Sin embargo, considero que hay, al menos, una de las carta enviada por este hombre cabreado; y las que han mandado desde las hordas podemitas a Marlaska, María Gámez y así mismo desde dentro del ministerio del Interior. Hay un trio conspirador para arruinar las elecciones en Madrid. Pero creo que la gente ha tomado buena nota de sus fechorías de niños pequeños, y no queremos que nos gobierne un enano parlanchín, mentiroso y llorón.
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