El gigante asiático es demasiado importante económicamente y demasiado fuerte militarmente como para que ningún otro país se atreva a plantarle cara. Pero a la vez se siente amenazado por cualquier fuerza que nazca en su interior y que reúna a suficiente gente como para convertirse algún día un adversario molesto a la impunidad de sus abusos. Este imperialismo asiático persigue a sus hombres y mujeres por toda la urbe terrestre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario